jueves, 5 de septiembre de 2013

Los inicios de antofagasta

La Historia de Antofagasta se inicia con el poblamiento.  El primer habitante es Juan López, conocido bajo el seudónimo de "El Chango López", que en 1866 trajo a estas tierras a sus parientes construyendo la primera vivienda para cobijarlos.  Exploró los cerros de la cordillera de la Costa donde encontró un pequeño yacimiento de cobre.  Lo explotó con su familia y un pequeño grupo de trabajadores.

 
En ese mismo año, José Santos Ossa Vega, encontró -su hijo- caliche en el Salar del Carmen, decidió trabajarlo, formando la primera empresa "La Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama", empresa que evolucionó hasta finalmente terminar como Cía. de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, integrada por capitales ingleses - Casa Gibbs - y chilenos aportados por el financista Agustín Edward.
Estos empresarios ingresaron trabajadores traídos de la Oficina La Noria de Tarapacá.
 Posteriormente se desarrollan sucesos significativos para la historia: El Gobierno de Bolivia funda este poblado conocido indistintamente como La Chimba o Peña Blanca en octubre de 1868 y lo bautizó con el nombre de Antofagasta.
El otro hecho importante fue el descubrimiento del mineral de Caracoles por una expedición dirigida por José Méndez, alias "El Cangalla" y financiado por José Díaz Gana y el francés Barón Arnoux de la Riviera, en 1870.
Caracoles afianzó el poblamiento de Antofagasta al producir "la fiebre" de la plata. Miles de chilenos que habitaban de Copiapó al sur, se trasladaron al norte; los barcos llegaban repletos de inmigrantes.  No faltaron extranjeros.  En poco tiempo la ciudad tuvo cerca de 6.000 habitantes.
El tercer acontecimiento fue la creación, en 1872 de la Municipalidad.  Se instaló y funcionó, de acuerdo a las leyes bolivianas.  Los munícipes fueron 6 chilenos, 2 alemanes y 1 inglés.  Inició el exterminio del bandidaje y el ordenamiento de la sociedad.
Siete años después, por conflicto limítrofe, estalló la Guerra del Pacífico.  El desembarco de las tropas que comandaba el Coronel Emilio Sotomayor el 14 de febrero de 1879, encendió el conflicto.  Rápidamente las fuerzas nacionales conquistaron Caracoles, Calama, Mejillones y Tocopilla.
Antofagasta fue el centro de concentración de las tropas.  Más de cinco mil soldados se establecieron en los patios del Ferrocarril.  Al término de la guerra los territorios de Tarapacá y Antofagasta se incorporaron a la soberanía nacional.
En 1888 el Gobierno del Presidente Manuel Balmaceda organizó administrativamente el territorio.  Formó la Provincia de Antofagasta fijando la capital en la ciudad del mismo nombre y los departamentos de Taltal y Tocopilla.
El desarrollo económico de la ciudad en el siglo fue más dinámico que el resto de las ciudades de la provincia.  El ferrocarril de las empresas salitreras, estimado solo para conectarse en la oficina del Salar del Carmen fue avanzando hacia el noreste alcanzando a Carmen Alto, Salinas y Calama.  Al terminar ese siglo había llegado hasta Uyuni conectándose con las ciudades de Oruro y Potosí.  El ferrocarril fue un importante factor en el desarrollo de la ciudad y la provincia.  La construcción de la fundición instalada en Playa Blanca y que hoy constituyen las Ruinas de Huanchaca, fue viable por el traslado del mineral de plata desde las minas de Pulacayo hasta Antofagasta (1892).
Entre tanto en Taltal estaban trabajando no menos de siete oficinas y en Tocopilla en el Cantón del Toco, empezó la elaboración salitrera.
La dinámica económica impuesta por la industria salitrera, trajo consigo la construcción de muelles para su embarque.
La provincia dio a fines de del siglo XIX los pasos necesarios para convertirse, en 1914, en la mayor exportadora de salitre.  La firma Granja y Dominguez, comenzó, a fines de siglo, la construcción del Ferrocarril de Coloso a Aguas Blancas convirtiendo la Caleta en un importante puerto exportador de salitre.
El plano de Antofagasta más antiguo -1869- muestra un pueblo con solo seis manzanas y la plaza Colón como centro.  Sin embargo ese mismo año el gobierno boliviano decidió rematar los terrenos inmediatamente aledaños a los terrenos de la Compañía de Salitre.  La decisión favoreció el crecimiento de la  ciudad porque permitió la instalación del  comercio, pequeñas industrias y servicios básicos.
El plano de 1873 -cuatro años después- nos muestra el crecimiento acelerado de la ciudad, las manzanas suman cerca de 50.  En el año 1892 se levantó un nuevo plano.  En él se configuran más de ochenta manzanas. En esta fecha ya esta funcionando el acueducto que trae agua del interior.  Lentamente comenzaron a parar las 10 desalinadoras de agua de mar que se instalaron en los primeros años del poblamiento.  Al mismo tiempo esta pronta a la instalación de una planta productora de energía eléctrica que terminará el alumbrado a gas.
Los bancos comerciales creados en los primeros años, provocaron un auge financiero.
La población aumentó explosivamente.  El INE registró, en el primer censo aplicado en Antofagasta (1885),  un total de 7.588 habitantes para la ciudad.  El de 1902 sumó 3.249.  En dos décadas la población aumentó un 42,8%.



Loreto Silva

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